lunes, 7 de septiembre de 2009

Pesadillas y desayunos.

Lunes, día sin prisa, pues trabajo de tarde. Me levanto y saludo a mi gato Trosky. Hoy se ha portado bien, no ha maullado en toda la noche, o por lo menos yo no lo he oído.
He tenido sueños extraños, multitudinarios, sin sentido, en los que al final una mujer es apaleada mientras se enganchaba un pie en una verja. Esa mujer había estado mirando por un agujero en el suelo, que daba a una sala de fiestas donde se estaba ensayando una orgía como parte de las actuaciones de las fiestas de algún sitio. Y ahí me despierto yo, preguntándome por qué la chica ponía esa cara de vomitar cuando miraba por el agujero y por qué esos otros hombres le pegan esa paliza.
Me levanto, el día está nublado y fresco. Así que por eso estaba yo tan a gusto debajo de la manta, no hace nada de calor en la calle.
Después de mis abluciones matinales, me preparo el desayuno, con mis tostaditas, y mi cafelito con leche. Hoy me apetece rociar el pan con aceite y azucar. Mmmm, todo preparado para tomarmelo tranquilamente mientras leo las noticias en el ordenador. En el primer bocado no siento nada especial, pero cuando meneo la comida por la boca empieza a extenderse un extraño sabor a algo que no es normal y no acabo de identificar. Cada vez sabe peor y en cuestión de segundos pienso en varias opciones: me sabe mal porque me acabo de despertar y tengo la lengua empanada, pero no, no es verdad, estoy fresco ya y esto sabe a rayos; claro, el pan es de hace ya días y se ha puesto malo, pero no, no puede ser, el pan se pone duro, no se pone malo de saber mal; el aceite es del bueno, he cogido de la botella equivocada y me sabe peor siendo un exquisito aceite de oliva virgen, pero no, yo no tengo aceite del bueno; que asco, esto no hay quien lo trague y lo escupo al plato, joder! esto es sal, he rociado todo con sal en vez de con azucar, el café, las tostadas, y no le he echado al gato de casualidad.
Asi que después del mal trago, como en "el día de la marmota" he repetido todo el proceso de preparación de mi desayuno, y ¡qué bueno me ha sabido!


1 comentario:

jorgito dijo...

de todas formas... una tostadita con aceite de oliva y un poco de sal está de vicio....

por cierto... qué sueños más raros!