lunes, 21 de diciembre de 2009

Nieve, y más nieve....



Nos lo pasamos estupendamente este domingo. Hay que volver a repetirlo, pero por favor que las temperaturas sean un poco más sobre cero!!!

jueves, 17 de diciembre de 2009

Nievaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa


Vaya mañanita. Ha amanecido todo nevado con casi un palmo o más. Y yo tenía que coger el coche para ir a currar. Bueno, no pasaba nada, de camino al auto he tomado estas fotitos que veis. Pero ha sido montarme en él y ha empezado la juerga.


Un limpiaparabrisas se ha atascado con la nieve y no había forma de que se moviera acorde con el otro. Y al cabo de un rato, ya ni se movía. Uno se ponia todo tieso y al otro le faltaba así como una pastilla de viagra o dos, porque con el frío ni con la pastilla azul sería posible. Así que con un poco de ánimo de mi mano y esperando un poco parecía que funcionaba la cosa y se ponía a trabajar.
Entonces he decidido ponerme en camino. No llevaba más de diez minutos circulando a velocidad de tortuga cuando se ha vuelto a atascar. Nieve por todos los lados, y yo casi sin ver, así que he decidido volverme a casa. He recorrido escasos 5 kms en media hora entre ir y volver. Menos mal que he encontrado aparcamiento debajo de casa. Corre al piso, enciende el ordenador, mira los horarios de los autobuses, "bien, hay uno a las 8:15" y mi mirada baja a la derecha al relojito y ve, las 8:03. Cierra todo, cogelo todo, ponte toda la ropa de nuevo, corre escaleras abajo, corre por las calles, con la nieve en el suelo y llega al autobús justo cuando salía. Salta dentro del autobús " va a sacar billete?" "Claro." "Pues vaya a la taquilla primero" corre a la taquilla, paga, sube corriendo y siéntate..... para pasarte media hora intentando salir de Miranda. Total, he llegado hora y media tarde a currar....ayns que susto.
Curra, toda la mañana, sal del curro, vete a la parada del autobús, coge el autobús, de lo cansado que estaba me he medio dormido, cosa que no hago nunca en medios de locomoción. Baja del autobús, vete al coche, coge el coche, llévalo al taller, pregunta por el mecánico, "Ah, vale, abre el capó que te lo arreglo ahora mismo" Plis, plas. 50 segundos escasos. Y listo. Arreglao. Menos mal que no me ha cobrado nada, porque es muy majo mi mecánico y sabe mucho de coches. Y encima es rubio, joven y simpático. Bueno, este es el hijo, pero sabe un monton de tuercas y tornillos también. :)

Por fin en casa, en el sofá tranquilo, sabiendo que mañana tengo coche. Pero que van a caer unas heladas de aupa. Así que abrigaos bien, bien, bien... que no quiero catarros....

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Los libros que me entretienen estos días....




Este de las ovejitas ya me lo he leído y hemos tenido largas charlas a causa de él. ¿Verdad?

Y ahora estoy con este otro que no tiene nada que ver.






Y me han dejado para que lea este otro libro.





No sé, no sé.... ya os contaré.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Esto me huele a... Dios???


Mientras estaba mirando fotos antiguas de una compañera en la recepción, una conversación ajena a nosotros ha atraído mi atención. Una señora entrada en años se dirigía a otro señor entrado en tantos años como ella. 
-"Don Javier, mire, que no se la ha podido comer y la ha escupido."  
-"Si es que son muy mayores, pero insisten en comérsela y así no se puede."
En ese momento no solo mis orejas si no toda mi cabeza se ha girado hacia atrás y he descubierto que Don Javier era el cura y que lo que no se había podido comer alguien era una hostia. Redonda en lo que quedaba de forma, y de color parecido más a las dentaduras postizas en remojo que al blanco divino.  


Después de mirarnos con la cara de asombro normal a la circunstancia, mis compañeros y yo hemos seguido mirando fotos antiguas. Seguíamos riéndonos de las caras y de los vestidos pasados de moda cuando de repente, ha sonado la alarma de incendios. Las puertas de contención se han cerrado automáticamente casi atrapando a la manada de taca-tacas y sillas rodantes que se dirigían de la misa a  sus habitaciones. Nosotros hemos seguido mirando las fotos antiguas, pues es casi más antiguo saber que las alarmas de incendios siempre saltan por motivos insospechados que nunca tienen que ver con el fuego.


Entre todo ese maremágnum de gente, mayor y más mayor, ruido y alarma. Alguien ha pedido la presencia de un hombre, "¡Un hombre, un hombre, coge un extintor!" Yo mirando a mi alrededor, descubro que la definición de hombre en ese instante solo encajaba con mi persona y ahí que me voy detrás de las dulces curanderas, jefas en días de fiesta, con  mi cara de no saber que estaba pasando. He cogido el extintor más cercano y he enfilado por el pasillo donde empezaba a oler a humo, pero con un toque especial, no sé como… del más allá, como un humo trascendente... Entre el humo y las enfermeras ha aparecido Don Javier, retaquillo frailecín, que entre ademanes que le despeinaban los pocos pelos que solo mantiene en las cejas, estaba  intentando dar explicaciones, al verse descubierto por el humo del fuego divino de la forma consagrada. Pues al darle claro reparo de comérsela él mismo, decidió incinerar entre las noticias del día anterior a Jesús  Nuestro Señor, hecho carne en la ostia escupida por la abuela inapetente, por lo menos de carne divina, que seguro que al vino hecho sangre no le habrá puesto reparos. 


Y así quedó resuelto por fin el foco causante de tan desequilibrado momento. Menos mal que no tuve que pegarle con el extintor al fuego, ¿será pecado arrojar espuma sobre las hostias? De todas formas hoy me siento divinamente después de haber esnifado un poquito de Dios.













lunes, 7 de diciembre de 2009

Las busqueda de las tres bes.

Vaya día de tiendas de muebles. Ya no sé cuantos dormitorios y cuantos salones podremos haber visto. Y estamos llegando a algunas conclusiones. Lo barato está repetido en la mayoría de los sitios. Lo bueno hay que pagarlo. Ya, ya sé que esto es algo que todos sabemos pero que siempre olvidamos cuando vamos a ser nosotros los compradores. Pensamos que vamos a encontras las tres bes, bueno, bonito y barato. Pero no, siempre falla una de las tres bes. Así que eso, ahora a esperar a que la chica de los pendientes en la nariz nos haga el presupuesto, la señora desgarbada nos llame, o el señor cabreado se acuerde de avisarnos. Eso sí, hemos aprendido muchas cosas, por ejemplo los nombres de los colores, por lo menos yo. Otra cosa es que sepa diferenciarlos. Bueno, lo importante es que ya va tomando forma la idea de lo que queremos. Y la semana que viene o mejor sería a final de ésta  a ver si podemos decidirnos y mandar hacerlos. Porque esa es otra, luego hay que esperar unos dos meses a que los hagan y te los pongan. Vamos, que  a este paso nos ahorramos la calefacción del invierno. Siempre hay que mirar lo positivo. Animo a los siguientes a que  empiecen a pasear por las tiendas. Fer, Jorge, Osane, y Paulina, ya veréis lo bien que os lo vais a pasar buscando las tres bes....