sábado, 23 de octubre de 2010

¡Qué cosas!


Entre los 15 y 16 años de edad, los jóvenes aborígenes australianos son recluidos para que canten durante varias horas con la finalidad de tranquilizarse y prepararse para que el médico brujo de la corte le corte el prepucio sin anestesia y sin que el joven demuestre alguna señal de dolor. Una semana después se le realiza un agujero que atraviesa el órgano sexual y por el cual saldrán tanto la orina como el semen. Esto se hace sin anestesia y es utilizado como un método “anticonceptivo” pues solo se podría embarazar a una mujer si es que el varón se cubre el orificio artificial.

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