sábado, 4 de febrero de 2012

Suelo


Hay veces que se me acaba la energía. Son momentos en que necesito que alguien me alimente. Que me dé un empujoncito, un ánimo, una sonrisa, una broma. A veces se me hace cuesta arriba seguir sonriendo, seguir hablando, seguir comprendiendo, seguir cediendo. Pero tampoco quiero ya enfadarme con los demás, no merece la pena. Quiero reír. Es mi gasolina. Y sé que no tengo razón...

No hay comentarios: