miércoles, 15 de abril de 2009

Trosky y Zipi

Dieciséis años y pico de gato y aquí sigue mi gato Trosky tan campante. El que creíamos que no iba a superar todas las perrerías que le han pasado en su vidilla de gato.
De pequeño alguien que nunca llegamos a saber, casi le parte el espinazo, y otro peor le partió el rabo en la punta. Luego, un mal veterinario casi lo aniquila con un matapulgas. Pero, aquí sigue, maullando como barítono cuando no le doy lo que quiere, o sol, o comida, o mimos en la barriga.
Me encanta cuando se pone así, harto de calor, pero sin ganas de moverse, a gusto, feliz gatamente :)


Zipi, sigue aguantando, come muy poco, y solo quiere calorcito, se me sube siempre que puede y le gusta que esté con él a todas horas. Se está quedando en los huesitos, pero mientras que vea que disfruta de mi compañía y que todo se le pasa cuando ve el sol y sale corriendo a tumbarse para tomarlo, seguirá con Trosky y conmigo un ratito más...

No hay comentarios: