Bueno en realidad he visto unos cuantos, pero éste en particular no debía estar donde estaba.
Esta tarde he cogido mi bicicleta, que aunque sea del siglo pasado esta nuevecita por el no uso continuado que le doy. Y me he echado la mochila y la gorrita a ver donde me llevaban éstas mis piernas poderosas.
Y, poco a poco, poco a poco, pues me he ido por el camino de siempre que salgo con la bici, es decir cada dos o tres años. Por el paseo de Los Pinos y luego por Cabriana hasta la presa del Ebro.
Y cuando llegaba a la presa, mirando el paisaje verde y como caía el agua, me doy cuenta que algo se mueve encima de un poste de hormigón tirado en el suelo. Era el hombre desnudo, que cual camaleón se había camuflado con el entorno, pues su cuerpo era del mismo color blanco ceniza del poste eléctrico.
Yo muy discreto he hecho una parada un poco más adelante y me he largado por donde he venido, pues no hay más salida que la entrada. Y allí se ha quedado el camaleónico señor.
Por estos lugares he pasado mucho tiempo cuando era crío, e íbamos con la familia a acampar durante todo el día, prácticamente todos los días del mes de julio y agosto. Algo que ya no se lleva, con lo bonito que era pasar el día en el campo, llevar hasta la mesa camilla, hacer fuego,
matar culebras, beber agua de las fuentes, correr por las orillas del río, hacer cacotas entre los rastrojos, aynssssss que tiempos aquellos....
Y nada, luego me he vuelto por la orilla del río, y he usado los nuevos caminos que han hecho por las orillas, por cierto casi acabo en el agua al coger una curva un poco estrecha, menos mal que no he llegado a hacer el ridículo, bueno, no sé, no he mirado para atrás por si acaso...
Y he llegado a la piscina, donde he vuelto a ver más hombres desnudos, que aquí sí que es normal verlos.
Antes he hecho un descansito al solecito y luego a la piscinaaaaaaaaa!!
A ver si el próximo día llevo la cámara digital porque este móvil tiene una cámara muy mala, mala, mala.
Esta tarde he cogido mi bicicleta, que aunque sea del siglo pasado esta nuevecita por el no uso continuado que le doy. Y me he echado la mochila y la gorrita a ver donde me llevaban éstas mis piernas poderosas.
Y, poco a poco, poco a poco, pues me he ido por el camino de siempre que salgo con la bici, es decir cada dos o tres años. Por el paseo de Los Pinos y luego por Cabriana hasta la presa del Ebro.
Y cuando llegaba a la presa, mirando el paisaje verde y como caía el agua, me doy cuenta que algo se mueve encima de un poste de hormigón tirado en el suelo. Era el hombre desnudo, que cual camaleón se había camuflado con el entorno, pues su cuerpo era del mismo color blanco ceniza del poste eléctrico.
Yo muy discreto he hecho una parada un poco más adelante y me he largado por donde he venido, pues no hay más salida que la entrada. Y allí se ha quedado el camaleónico señor.
Por estos lugares he pasado mucho tiempo cuando era crío, e íbamos con la familia a acampar durante todo el día, prácticamente todos los días del mes de julio y agosto. Algo que ya no se lleva, con lo bonito que era pasar el día en el campo, llevar hasta la mesa camilla, hacer fuego,
matar culebras, beber agua de las fuentes, correr por las orillas del río, hacer cacotas entre los rastrojos, aynssssss que tiempos aquellos....Y nada, luego me he vuelto por la orilla del río, y he usado los nuevos caminos que han hecho por las orillas, por cierto casi acabo en el agua al coger una curva un poco estrecha, menos mal que no he llegado a hacer el ridículo, bueno, no sé, no he mirado para atrás por si acaso...
Y he llegado a la piscina, donde he vuelto a ver más hombres desnudos, que aquí sí que es normal verlos.
Antes he hecho un descansito al solecito y luego a la piscinaaaaaaaaa!!
A ver si el próximo día llevo la cámara digital porque este móvil tiene una cámara muy mala, mala, mala.
1 comentario:
y estaba muerto ?
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