Así tengo a un hombre alto, rubio y mono, soltando gemidos contra la puerta. Apretando, haciendo fuerza con sus brazos....intentando abrir la puñetera cerradura que me ha dejado fuera de casa!!!!
Encima que voy a sacarme sangre, al volver no me dejan entrar a casa. Menos mal que he desayunado en una cafetería con bollito y todo, eso que no falte. Es como un ritual, a un análisis de sangre le sigue un desayuno en cafetería.
Y nada, cuando he vuelto con la tripita llena, el brazo agujereado y con las noticias aprendidas, ¿qué me encuentro? Pues que la puerta no quiere abrirse. Paso por La Caixa a ver si me entra por el seguro. La señorita del teléfono dice que si no es por intento de robo y con denuncia no entra, que raro verdad... pero ¿entra algo alguna vez en el seguro????
En fin, aquí tengo a los cerrajeros, esperando a ver si me lo pueden reparar. Porque resulta que mi cerradura ya no la hacen, la empresa ha cerrado y no hay recambios. ¿Pero es que me ha echao mal de ojo? De verdad, entre esto, que no me han dicho que puede costar, y lo del coche del otro día....
Menos mal que he echao un euromillón...el que no se consuela es porque no quiere....
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